7/2/08

Alimentación y vida sana Parte II

¿Dime que comes y te diré quien eres?
En mi primer artículo sobre alimentación (que si interesa pueden leerlo en este espacio) me refería al peso del desequilibrio . En este artículo de prensa podemos apreciar otro grave problema de trastorno alimentario también relacionado con la cultura, la sociedad de consumo, la influencia de los medios y principalmente (en este caso en particular) la pobreza y la búsqueda de oportunidades (en sociedades) en donde la estética prevalece ante todo, tal vez para diferenciarse unos de otros, saltar la inmensa brecha o simplemente seguir un estereotipo dictado por la maza carente de referentes profundos. Esto no solo sucede en el ambiente de la alta costura y el famoseo,los educadores, sabemos sobre la Bulimia y la Anorexia. Es un mal que hace años flagela en esas latitudes, en especial entre los jóvenes, destacar en una sociedad que solo oprime es fundamental, es la generación del culto al cuerpo, de la sociedad light, de brillar en busca de oportunidades.

Flor

Eleonora Gosman SAN PABLO CORRESPONSAL egosman@clarin.com
Una modelo brasileña de 21 años murió antes de ayer por anorexia. Ana Carolina Reston, cuya historia causó enorme impacto en Brasil, había nacido en el interior de San Pablo. Estaba internada desde el 25 de octubre por causa de una infección urinaria que, por su extrema delgadez, se transformó rápidamente en un cuadro de insuficiencia renal y luego derivó en una infección generalizada. La joven, de 1,74 metro de altura, pesaba apenas 40 kilos. En el momento de morir su índice de masa corporal era de 13,21, cuando para la Organización Mundial de la Salud debería variar entre 18,5 y 24,9. Su peso tendría que haber sido de 57 kilos. Una tía, Mirthes Reston, relató: "Las piernas eran del grosor de un brazo de una persona normal". Su prima, Geise Strauss, con quien vivía la joven cuando regresaba a la capital paulista, contó que Ana Carolina apenas se permitía disfrutar de un poco de tomate o alguna manzana. Y después de una refección más completa, solía ir al baño para vomitar lo ingerido. La familia sólo comprendió que estaba frente a un cuadro complicado cuando la joven fue internada. Nacida en una familia de clase media, la vida no le había sido fácil. Soñaba con ser modelo desde niña y de hecho comenzó a trabajar a los 13 años. Según contó la madre, Miriam Reston, había dejado de viajar con ella cuando tenía 17 años. "No tenía dinero para mi pasaje", relató la señora, que cayó de la categoría de orfebre a la de vendedora ambulante.Los especialistas señalan que el peso muy por debajo del normal puede generar enfermedades como anemias, desequilibrio de sales y agua, e infecciones. La piel se vuelve seca, las uñas se tornan quebradizas y se pierde cabello. Ante la falta de potasio, pueden sobrevenir arritmias cardíacas e incluso convulsiones. Cuando Ana Carolina fue internada, su presión cayó a niveles ínfimos y tuvo que ser trasladada a una unidad de terapia intensiva. Una bacteria atacó su riñón y luego un hongo cubriría sus pulmones.La necesidad de bajar de peso puede transformarse en un comportamiento autodestructivo. Y lo peor es que la enfermedad se detecta en edades cada vez más precoces, de entre 6 y 10 años. La franja de riesgo está entre los 13 y los 20 años, donde se concentra el 85% de los casos. Este disturbio alimenticio suele abundar en el mundo de la moda y la imagen, entre modelos y actrices, explicó el endocrinólogo Ricardo Botticini Peres, del hospital Albert Einstein.En setiembre último, en un desfile de Madrid se prohibió participar a modelos que estuvieran excesivamente delgadas. Se abrió allí una polémica internacional. Y varios gobiernos recomiendan desde entonces rechazar a las modelos muy delgadas para evitar que las jóvenes tiendan a imitarlas.

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